Esto lo escribí hace tiempo, cuando estaba muy triste...

Necesito abrir el baúl que se esconde en mi pecho, para sacar de una en una aquellas penas que se han ido acumulando, y esperar tal vez, que milagrosamente; se vayan volando. No me importa ya, si todo empieza a nublarse; o si ante mis ojos llega una pena para despedirse, o si se escuchan aleteos ruidosos, lo único que me importa es que las penas se vayan... quiero dejarlas ir, para sentirme libre. Porque el baúl de mi pecho, ya está repleto, y las penas parecen estar apretadas.

En aquel baúl ya no cabe más pena, ya no hay espacio para una más.
O es mi baúl, muy pequeño o son las penas muy grandes...