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sábado, 22 de junio de 2019

El pensamiento victimista te condena al sufrimiento y la destrucción

La victimización solo te destruye a la larga, ya que al asumirte en victima esperas a que alguien o algo pague por tu situación y que los demás tienen el deber y la obligación de rescatarte. Al pensar así obviamente te incapacitas a ti mismo para actuar y mejorar tu propia vida.




Pero eso no se queda allí.... de hecho tiene muchas más consecuencias que, en su conjunto, terminan por condenarte a un camino de agonía, necedad, negación de la realidad y autodestrucción.

Para darles un ejemplo de ello... veamos como el victimismo influencia tu esfera social sin que te des cuenta.

Cuando tomas la postura de la victima, dejas de ver el daño que puedes hacerle a los demás y a ti mismo, y, para que te puedas seguir posicionando en ese papel, justificas todas tus acciones (especialmente las que son dañinas para otros) aludiendo que todo el mundo te la debe y están obligados a darte un trato especial porque has sufrido mucho y es tu derecho divino.
Y pobre de aquél maldito que se atreva a no darte la razón y un trato especial solo por ser victima, porque entonces pasa a ser, en automático y sin más razón que no hacer lo que tu deseas, un desgraciado maldito que forma parte de un grupo de personas que no merecen otra cosa sino la mera destrucción como parte del castigo dictado por tu justicia (enferma y deformada) ante el "enorme" daño que te han hecho ("los abusadores").
De esta forma en tu delirante y contradictoria mente y tu incongruente y tóxico discurso ya no son solo quienes te hicieron daño los que pasan a formar parte de ese colectivo enemigo al que hay que aplastar o destruir a toda costa, sino que también cualquier persona que simplemente no te trate bien (según tu definición de tratarte bien)......



Cuando vas por la vida con una actitud así te la pasas jodiendo y destrozando a medio mundo (incluyéndote a ti mismo), pero crees que estás bien porque al ser la victima todo lo que haces tu y quienes te apoyan es automáticamente bueno, y todo lo que hagan los que no estén de tu lado es automáticamente malo. Así justamente, y por esta clase de pensamiento, es que surgen las posturas radicales en los movimientos Social Justice Warrior.

Con semejante actitud nociva y destructiva terminas por alejar a la gente buena de tu lado y atrae a la gente que busca sacar algún provecho de ti, engañándote, diciéndote lo que quieres escuchar para que accedas a sus peticiones o te sometas a su voluntad. Por lo tanto, al adoptar una actitud victimista como bandera y baremo de tu vida, te condenarás a ti mismo a rodearte de personas que te ayudaran a prolongar tu propia autodestrucción o que directamente te podrían destruir (si obtienen un beneficio de ello).

Precisamente por eso es que una persona victimista es la presa perfecta para los estafadores, el crimen organizado y las sectas y cultos locos, porque al final de cuenta es allí donde les dicen lo que quieren escuchar y les apoyan e incitan a que sigan representando su papel de victima con el simple precio de tu propia identidad, libertad, sanidad mental y felicidad.

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